Jóvenes de la comunidad de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, enmarcados en el proyecto "Ilumina el mundo" protagonizaron ayer una jornada solidaria en favor de la Casa de Abrigo Punta Alta.
"Siguiendo la premisa cristiana de ser una luz al mundo, se buscan oportunidades de servicio significativo a la comunidad. Nos pusimos en contacto junto al obispo Andrés Fernández, líder eclesiástico de la iglesia en Punta Alta, con las autoridades de la Casa Abrigo del Niño (ex Casa del niño) que es una institución emblemática de la ciudad para llevar a cabo una actividad solidaria como congregación".
"Se reunieron juguetes para que todos los niños reciban regalos en esta Navidad. Por otro lado se prepararon dos canastas navideñas con cosas dulces, pensando en los más pequeños que las disfrutarán".
"La directora de la Casa Abrigo, Tatiana Gracia, nos comentó su proyecto de pintar las rejas con colores más apropiados teniendo en cuenta que es el hogar de muchos niños, y pusimos manos a la obra. Se pudo conseguir la pintura y con la ayuda desinteresada de las chicas y chicos de la iglesia se dio comienzo a la tarea de dar más color al lugar".
"Nos distinguimos con chalecos rojos que aluden al nombre del programa. En esta época tan especial del año en que las luces y el brillo están en todas las decoraciones, es importante recordar que las buenas acciones en favor de los más necesitados iluminan el mundo y lo hacen un mejor lugar para vivir", mencionó Judith Scholles, responsable de la comunicación institucional de la congregación.
