Familias rosaleñas nucledas bajo la preocupación por sus hijos que padecen trastornos del espectro autista TEA y otras circunstancias de salud, lanzaron una campaña para establecer el no uso de la pirotecnia en la inminencia de la festividad del Año Nuevo.
"Queremos contarle a nuestra comunidad muy solidaria por cierto que nuestros hijos sufren de trastornos sensoriales, esto quiere decir que muchos no soportan la sobrecarga de los sentidos. Cuando hay un evento, por ejemplo, el uso de la pirotecnia sonora como sucede en las fiestas de fin de año ellos realmente lo sufren".
"Sabemos que es tradicional este tipo de festejos. Muchos nos piden que seamos nosotros los que tomemos medidas y les aseguro que las tomamos pero aún asi nuestros niños sufren. Sentimos que tal vez hay muchas personas que lo desconocen y a esas personas les queremos hacer llegar la información. En nuestro corazón esperamos que el limite sea el sufrimiento... creemos que todo deja de ser divertido cuando causa dolor en los demás".