Monseñor Jorge Wagner, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bahía Blanca presidió la celebración litúrgica y festividad de Cristo Rey junto a la comunidad homónima de la ciudad.
La celebración de la Santa Misa y posterior procesión por distintos puntos del barrio Nueva Bahía Blanca fueron momentos de profunda espiritualidad y participación de los feligreses, quienes saludaron el paso de la imagen en la puerta de sus hogares y frente a los templos de calle San Martín y Santa María Reina.
Como los seres humanos estamos acostumbrados a los ciclos anuales, por ejemplo las estaciones del año, los aniversarios que festejamos, etc. la Iglesia, como Madre y Maestra, acomodó pedagógicamente, dentro de un período de un año los principales acontecimientos relacionados con Jesús y con María, para que pudiéramos dedicarles la debida atención, recordarlos, reflexionarlos, celebrarlos. Desde luego también incluyó conmemorar a numerosos santos y santas, que nos ayudan con su ejemplo e intercesión.
Ese período anual es llamado ‘año litúrgico’ o ‘ciclo litúrgico’, y no comienza como el año civil el 1° de enero, sino a finales de noviembre o principios de diciembre. ¿Por qué? Porque lo primero que se celebra es la venida de Jesús (tanto Su venida histórica hace más de dos mil años, como Su Segunda Venida al final de los tiempos), para lo cual la Iglesia establece un tiempo previo de cuatro domingos antes de Navidad, llamado Adviento (que significa ‘advenimiento, venida), para disponer los corazones a recibir a Jesús, Salvador del mundo.
Así pues, el año litúrgico de la Iglesia comienza con el Adviento. Por ello, el domingo anterior al inicio del Adviento, es considerado el último domingo del año, y es en este domingo que se celebra la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.