Para los analistas políticos no solo es importante el contexto, el aquí y ahora, sino por sobre todo el proceso, el devenir que permite destacar lo verdaderamente importante de lo urgente. Sin dudas la mejor cualidad de un líder (que puede o no ser conductor) es este apreciado atributo.
Y en el desarrollo del proceso existen aportes fundamentales de ciudadanos cuyas voluntades y pasiones se transforman en decisivas para alcanzar objetivos relacionados con los fines últimos.
Claro está que una vez logrados esos objetivos, la gran mayoría naturaliza prontamente la conquista y pone a correr con total lógica nuevas postas a lograr. Evolución suele llamarse al nuevo proceso.
Para ser justos y sensatos con la historia, el último viernes debiera haber estado en la presentación del nuevo Presidente del Consorcio de Gestión de Puerto Rosales, Rodrigo Aristimuño, su antecesor Guillermo Burgos.
No se indicaron los motivos de la ausencia o en el mejor de los casos de las excusaciones si las hubo pero en una realidad que sigue necesitando de gestos, éste se hubiera constituido en un momento superador de diferencias, no solo en el marco de los espacios políticos convivientes en el distrito, sino también hacia adentro del propio oficialismo que conduce Mariano Uset.
Otro punto necesario de consignar y a tener en cuenta de cara a la nueva gestión es la mayor apertura institucional: el PUERTO SOMOS TODOS. TODOS.
Volviendo a la figura y gestión de Guillermo Burgos, su impronta de acción y de contactos con diferentes actores de la comunidad y del universo político, deja alta la vara para quienes lo sucedan en el trascurso del tiempo. Quizá esa agenda lo convirtió paso a paso en un dirigente cada más político y con resistencias cada vez más fuertes con la mesa chica de Juntos por el Cambio.
Sus errores seguramente responden a ese desafío a medio resolver. Haber gritado, cerrado con ímpetu alguna puerta, hasta quizá hubiera sido necesario para que la realidad asista a la razón. A veces eso es necesario para que el verticalismo de los mediocres se despabile para tomar conciencia de que algunas cosas han cambiado en el escenario político de la ciudad.
Al igual que con Mariano Uset, en lo personal guardo diálogos con Guillermo Burgos, que ponderan todo lo que dejaron de sí en el proceso de obtención de la Autonomía. Instancias en las que fueron posible dimensionar a la persona más allá del hombre público y por ello doy fe que ambos son animales políticos.
Ojalá la experiencia de Burgos no se pierda. Ni en la realidad. Ni el tiempo.
RUBEN BARBOZA.
Muchas gracias por tus conceptos Rubén, has acompañado desde el inicio a mí gestión, inclusive antes de la asunción. Tengo muy presentes nuestras charlas de café hablando sobre ciencia política, historia, geografía, religión y, en especial, barcos, puertos y la querida Punta Alta.
ResponderEliminarMuchas gracias por haber puesto tu gran conocimiento siempre a disposición y tu don de persona.