A partir de mañana lunes y después de seis meses de restricciones, las iglesias católicas de la ciudad podrán celebrar las misas con un protocolo que permite la presencia de 20 fieles, respetando un distanciamiento y el uso obligatorio de tapaboca. Las personas mayores deben "evitar exponerse ante posibles contagios" y se les recomendó que sigan las misas desde sus casas a través de las páginas web o las redes sociales.
Los fieles podrán volver a la Iglesia con la presencia de "una persona cada 15 metros cuadrados con un tope de 20 personas,
Para evitar aglomeración de personas en la puerta, los fieles deberán anotarse previamente para poder asistir al oficio religioso. Dicha anotación servirá para comunicarse con las personas y servirá para informar "si eventualmente se conociera que alguno está infectado de Covid-19 y pudo haber transmitido el virus a los demás en la celebración en la que estuvo presente". Para los que piden acceder a la eucaristía tendrán la posibilidad de recibirla en las celebraciones de la Palabra, fuera de la misa", todo lo detallado conforme a lo establecido por la autoridad de aplicación de la provincia y el municipio rosaleño.
 

 
