Con seguridad para Chiara y Franco este fin de semana largo de octubre, iba a ser inolvidable. Como tantas otras parejas de la ciudad, radicadas por motivo de estudio o trabajo fuera de ella, habían elegido de manera especial estos cuatro días feriados para volver a Punta Alta y casarse. Un momento deseado pero además siempre significativo más allá de lo social.
La pandemia ha postergado ese momento y el reencuentro con familiares y amigos de toda la vida.
No obstante ello, amigos y familiares, decidieron no dejar pasar por alto la fuerza de deseo y organizaron una "fiesta de casamiento virtual" modo ensayo, que sirvió para levantar ánimos y recomponer espírtus.
Hubo disfraces, cotillón y hasta los novios bailaron el vals.
La alegría con responsabilidad sale por estos días con barbijo y aunque no lo creamos le sienta bien a la hora de transformarse en un video online. La felicidad no sabe de fechas postergadas...es felicidad siempre.
Por ello quisimos compartir esta singular historia. Para darnos ánimo y creer que la fuerza del deseo sabe de sacrificio y esfuerzo.
"Hoy iba a ser nuestro casamiento por iglesia, nuestra fiesta, nuestro viaje relámpago a Punta para disfrutar este día con familia y amigos. Por culpa de este virus, estamos en Buenos Aires sin ver a nuestra familia desde febrero... Tuve un día feo, triste, extrañando mucho a las personas que amo, pero nos sorprendieron así, se disfrazaron, armaron zoom y joda y hasta nos hicieron bailar el vals"
"Gracias familia por estar siempre, tan unidos, juntos y felices como solo nosotros somos. Ojalá pueda verlos pronto, jugar bingo, tomar mates todos juntos y reír hasta llorar", sintetizó Chiara.