"El sábado 20 de agosto, mientras se estaba realizando una zanja para colocar un caño en Villa del Mar en la propiedad de María Rosa Tersol y Juan José Villarreal, aparecieron a unos 50/60 centímetros de profundidad una serie de huesos de gran tamaño. Los propietarios, procedieron de acuerdo con lo que indica la Ley Nacional de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, dejaron los huesos en el lugar y , como el Museo está cerrado, avisaron inmediatamente del hallazgo a una de las integrantes de nuestro equipo. El lunes, otro de los miembros del Museo, fue al lugar y pudo comprobar que se trataba de restos óseos de una ballena. Estos restos estaban incluidos dentro de una capa de arena con conchillas que fue depositada hace unos 5.000 años, durante una época en que el mar había subido de nivel y había penetrado hacia el continente cubriendo gran parte del terreno donde ahora se encuentra Punta Alta", así lo comentó la doctora en geología, Teresa Manera de Bianco.
La actitud de estos ciudadanos, en principio frente a lo duda respecto al hallazgo y luego la de dar parte a los técnicos del Museo de Ciencias Naturales, privilegia la conciencia respecto a la preservación del patrimonio natural.
