Hoy a las 20:18 horas despegará, finalmente, el satélite argentino Saocom1B a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía Space X. El lanzamiento fue postergado durante varios meses por la pandemia y por cancelaciones de la empresa de Elon Musk. El Saocom 1B, hermano gemelo del lanzado en 2018, integrará la constelación Siasge con los cuatro Cosmo Skymed de la Agencia Espacial Italiana y entre sus objetivos está medir “la humedad del suelo y aplicaciones en emergencias como la detección de derrame de hidrocarburos en el mar y seguimiento de la cobertura de agua durante inundaciones”.
Este satélite de haberse desarrollado el proyecto original de la CONAE en 2014 se podría haber realizado desde la Estación Espacial Manuel Belgrano, en cercanías de Pehuen Có, en el ámbito de tierras de la Defensa Nacional en Puerto Belgrano. El retraso del programa y los sucesivos recortes presupuestario de la anterior gestión de gobierno, retrasaron notoriamente este primer hito en la carrera espacial argentina.
El lanzamiento estaba previsto para marzo, pero se pospuso por la pandemia de coronavirus para finales de julio, cuando la Conae informó que por decisión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos la puesta en órbita del Saocom 1B había sido reprogramada para fines de agosto. El evento podrá verse en la señal de presidencia de la Nación.El Ministerio de Ciencia y la Comisión Nacional de de Actividades Espaciales (Conae), informó que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, responsable de la base de Cabo Cañaveral, autorizó el lanzamiento del satélite Argentino de Observación Con Microondas (Saocom) 1B después de hacer "un nuevo análisis de factibilidad sobre las condiciones de oportunidad de lanzamiento".
Un equipo de 18 ingenieros aeroespaciales argentinos se encuentra en Cabo Cañaveral, mientras que otros equipos harán el seguimiento desde Córdoba, Buenos Aires y Bariloche, de acuerdo con el protocolo que debió diseñarse especialmente por la pandemia. La misión en Estados Unidos está integrada por el director ejecutivo y técnico de la Conae, Raúl Kulichevsky, y cinco profesionales del organismo junto al representante de la gerencia general del Invap, Guillermo Benito, y 11 profesionales de dicha empresa.
El proyecto fue pensado para ofrecer soluciones a problemáticas locales no satisfechas con información de otros satélites, a partir de requerimientos hechos por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional del Agua (INA) con el objetivo de atender necesidades de los sectores productivos y la gestión de emergencias naturales y catástrofes.
Kulichevsky señaló que "existen muy pocos satélites con una antena radar en Banda L, y la Banda está asociada al tamaño, quiere decir que hay muy pocos satélites con una antena del tamaño de la de los Saocom", compuesta por siete paneles que están formados por un conjunto de 20 miniantenas.
El ingeniero explicó que con el Saocom "no sólo podemos tener imágenes de la superficie, sino de lo que está por debajo hasta dos metros de profundidad de acuerdo a las condiciones del suelo". Las imágenes de ambos satélites brindarán información sobre los niveles de agua del suelo y permitirán obtener datos sobre la presencia de buques en zonas de jurisdicción argentina o detección de derrame de hidrocarburos en el mar.
En su posición final, el satélite se encontrará a unos 600 km de altura y a 180 grados de distancia del Saocom 1A, lo que permitirá una mayor frecuencia de revisita. Recorrerá cada órbita en 88 minutos, tomará 225 imágenes diarias pasando sobre ambos polos terrestres.
Tanto el Saocom 1B y el 1A son el quinto y el sexto, respectivamente, satélite de observación de la tierra de la Conae. Ambos fueron desarrollados y fabricados por esta Comisión en conjunto con las empresas VENG e Invap, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y unas 80 empresas del sector espacial nacional.